lunes, 27 de junio de 2011

Pese a descenso, Chapala mantiene buen nivel

Publicado en El Informador
27 de junio de 2011

Con el pronóstico de lluvias “normales”, se espera una recuperación considerable para el lago en 2011


CHAPALA, JALISCO (27/JUN/2011).- De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), pese a que en la temporada de estiaje el nivel del Lago de Chapala disminuyó un metro con 42 centímetros, el vaso lacustre más grande del país aún presenta “un buen nivel de almacenamiento”. Hoy, el espejo de agua se encuentra a 63.07% de su capacidad total.

La dependencia federal pronostica un temporal de lluvias “normal” para todo el territorio nacional, por lo que se espera que el porcentaje de agua en el lago se incremente sustancialmente, pues ya ha recuperado su primer centímetro debido a las precipitaciones de los últimos días.

A la fecha aún no se fija la cota mínima de Chapala, toda vez que no está ingresando agua por sus principales afluentes (los ríos Lerma y Zula) y las lluvias no se regularizan.

Desde que se acabó el temporal del año pasado, el lago perdió 1.42 metros —que en volumen representan mil 572 millones de metros cúbicos—, una caída no registrada desde hace 14 años. Sin embargo, con todo y el descenso, está por encima del almacenamiento que tuvo el año pasado.

Otra de las razones por las que no han habido escurrimientos al vaso lacustre, se debe a las condiciones en las que se encuentran las presas de la Entidad. Según el Acuerdo de Distribución de Aguas Superficiales de la Cuenca Lerma-Chapala (que se aprobó en diciembre de 2004), es necesario que éstas se encuentren a 100% de su capacidad ordinaria para iniciar con las descargas al lago.

Al momento, las represas que interactúan con Chapala tienen un nivel de almacenamiento “bajo”, lo que podría cambiar con la llegada de un temporal abundante.

Por el momento, la Conagua garantiza que se está cumpliendo con la cuota de distribución de agua para la metrópoli.

Las presas
La Presa Solís es la más grande de la Cuenca Lerma-Chapala, con un volumen al nivel máximo ordinario de 800 millones de metros cúbicos (mm3). Se encuentra en Acámbaro, Guanajuato, y actualmente está a 36% de su capacidad.

Para que existan escurrimientos debe alcanzar un almacenamiento superior a 85 ó 90%, pero “todo dependerá de cómo evolucione el temporal de lluvias”, según especifican los lineamientos de la Conagua.

En estas mismas condiciones se encuentra la Presa de la Laguna de Yuriria, también en Guanajuato, con 43% de su capacidad total. Ésta, junto con la Presa Solís, enviará sus escurrimientos al Lago de Chapala cuando logren subir su nivel.

La Purísima, Ignacio Allende y Melchor Ocampo son otros embalses que envían agua al lago, aunque en estos momentos sus niveles se encuentran por debajo de la media (40%, 32% y 11%, respectivamente). En caso de que esta situación persista y el temporal de lluvias no llegue con la intensidad pronosticada, la Conagua confirma que “será un año difícil para Chapala”, que el año pasado recuperó 1.62 metros.

En promedio, las 52 presas más importantes de Jalisco (de las cuales la Conagua lleva monitoreo diario respecto a su evolución), se ubican a 52%, cuando a las mismas fechas del año anterior estaban a 57 por ciento.


NIVELES DE ALGUNOS EMBALSES EN JALISCO


Cajón de Peña, en Tomatlán 52%

Trigomil, en Unión de Tula 53%

Tacotán, en Unión de Tula 56%

El Cuarenta, en Lagos de Moreno 36%

La Vega, en Ameca 41%

Calderón, en Acatic 62%

El Salto, en Valle de Guadalupe 86%

Santa Rosa, en Amatitán 44%



Las predicciones



Servicio Metereológico Nacional

Conforme a los primeros pronósticos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), organismo dependiente de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el rango del temporal de lluvias se encontrará “dentro de los parámetros normales” para todo el país, de acuerdo con la media histórica.

Sin embargo, al tratarse de una previsión, tal estatus podría modificarse naturalmente de un momento a otro; todo dependerá de su evolución.

De acuerdo con un documento facilitado a este medio informativo, la metodología que se sigue para la realización del pronóstico se basa en la correlación de predictores, como las anomalías de la temperatura superficial del océano y la precipitación regionalizada para México durante un mes, lo que se facilita a través de un software conocido como Herramienta para la Predicción del Clima (CPT, por sus siglas en inglés).

El texto, elaborado por la Gerencia de Meteorología y Climatología así como la Subgerencia de Pronóstico a Mediano y Largo Plazo del SMN, explica que uno de los forzantes principales que influyen en el clima es el comportamiento del océano, por lo que su temperatura superficial es constantemente verificada.
Desde el 8 de mayo al 14 de junio pasado, el monitoreo de las aguas marinas reveló que no hay variable o alteración alguna en las condiciones del Océano Pacífico, lo que es resultado “del proceso de transición de las condiciones del fenómeno ‘La Niña’, a condiciones neutrales del fenómeno ENSO (‘Niño’ y ‘Niña’) en el Océano Pacífico Ecuatorial”.

El documento titulado “Pronóstico Estacional de Precipitación para Junio-Julio-Agosto de 2011”, añade que en lo que resta del mes de junio, el país captará una lámina de lluvia promedio de 103 milímetros (o bien, litros por metro cuadrado), con probabilidades de precipitación en todo el territorio nacional, salvo las zonas Noreste y Noroeste.

En lo que respecta a julio, la intensidad aumentará a 139 milímetros, sobre todo en la vertiente del Golfo de México, Centro, Sur, Sureste, Península de Yucatán y el Occidente. La ausencia de agua seguirá siendo la constante en el Noroeste de México para esas fechas.
Finalmente, en agosto, la lámina promedio de lluvia será de 136. Textualmente, el informe señala que “se pronostican probabilidades de precipitación que van desde normales a por debajo de lo normal en la mayor parte del territorio nacional, a excepción de regiones localizadas en el Altiplano Central, con probabilidades de lluvia de normales a por arriba de lo normal”.

Telón de fondo

 
Aguaceros históricos

De 2008 a 2010, los meses que han registrado una mayor presencia de lluvias han sido julio, agosto y septiembre; en febrero de 2010 se presentó una situación atípica, pues un aguacero cayó sobre Guadalajara por espacio de tres días.

La media histórica del comportamiento de lluvias en la Cuenca Lerma-Chapala es de 711.5 milímetros, estatus que se ha visto rebasado en 12 ocasiones durante los últimos 20 años; el periodo 2002-2003 fue el más vasto en este aspecto, pues durante todo el temporal se registró una lámina de lluvia de 951.8 milímetros.

En contraste, el lapso menos benéfico en lo que a precipitaciones respecta ocurrió entre los años 1998-1999, cuando apenas se lograron 494.3 litros por metro cuadrado (equivalentes a milímetros).
Y en todo el país, 2010 fue el segundo año más lluvioso desde hace 70 años, únicamente rebasado por el temporal de 1958, que a la vez ha sido el más vasto desde 1941.

Fuente: Conagua.

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