sábado, 4 de junio de 2011

Cruz Roja y templos, entre los más buscados por migrantes que necesitan ayuda

Publicado en periodismotransversal.com
3 de Junio de 2011

Ocotlán. En la región de la Ciénega de Jalisco, los migrantes que viajan por tren suelen acudir a dos instituciones: en caso de accidentarse o enfermarse, se trasladan a la Cruz Roja Mexicana, o si necesitan comida, hospedaje o vestido, se dirigen a algún templo, pero de ahí se les acompaña a Cáritas para que reciban apoyo.
 
La Cruz Roja Mexicana con base en Ocotlán atiende un promedio por mes de ocho a once migrantes, en su mayoría hombres, narra el médico Isaí Adame Mondragón.
 
Las instalaciones de la Cruz Roja en esta ciudad jalisciense se hallan al pie de las vías del tren. Casi todos los migrantes que acuden a la institución son jóvenes o adultos jóvenes, de entre 16 y 40 años de edad.
 
Como no se les piden identificaciones oficiales para recibir atención médica, la mayoría de los migrantes suele mentir para ocultar su procedencia, indica.
 
Adame Mondragón menciona que la mayoría de los migrantes acude “porque fueron golpeados por otros migrantes o porque fueron asaltados; otros vienen por motivos de salud”.
 
Por ejemplo, precisa, “hay temporadas de climas fríos en que vienen por infecciones respiratorias o en temporadas de calor vienen por infecciones digestivas; lo que comen es muy poco y de muy mala calidad”.
 
Aclara que, a menos que sean urgencias, las visitas son después de las nueve de la noche o en la madrugada, y como a esas horas la vigilancia es menor, los migrantes se sienten más seguros.
 
El médico comenta que el número de consultas a migrantes aumenta en los últimos cuatro meses del año, lo cual atribuye a que en los otros trabajan para juntar dinero y emprender su viaje. Suelen viajar en grupos de cuatro o cinco personas para cuidarse de las agresiones de otros migrantes o de delincuentes, explica.
 
Auxilio eclesiástico
 
Cáritas apoya a personas que requieran auxilio, entre las que se incluyen a los migrantes, quienes son conducidos al organismo por medio de sacerdotes que no pueden recibirlos en las instalaciones del templo a su cargo.

En entrevista, Samuel González, sacerdote que radicó en Ocotlán y la cercana ciudad La Barca, señala que sí hay transmigrantes que recurren al templo a pedir asilo con el fin de recibir apoyo de hospedaje, comida y vestido.
 
Comenta que por respeto a la iglesia y a costumbres religiosas, no es posible recibirlos en el templo, ya que no existe lugar para alojarlos y para que realicen sus actividades personales.

Por tal razón, los migrantes son trasladados a instituciones que brindan ayuda, como Cáritas, con capacidad para auxiliar a este tipo de personas que llegan desprotegidas y con múltiples necesidades físicas y psicológicas.

La iglesia católica sí apoya a migrantes que recurren a pedir ayuda, remarca el presbítero.

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