Publicado en Milenio.com
26 de Marzo de 2010
Según la Procuraduría de Justicia, Jonathan Quirarte confesó que maltrataba al niño; el lunes, escondió el cadáver e inventó la historia de su secuestro.Guadalajara.- El bebé Leonardo Daniel Casparius Mendoza, de un año y siete meses de edad, fue asesinado por su padrastro, Roberto Jonathan Quirarte León, y no murió en un accidente doméstico, como lo había declarado anteriormente a las autoridades. El joven de 24 años dijo a los agentes de la Policía Investigadora que había cometido el crimen porque el niño lloraba mucho, pero además se sospecha que lo maltrataba con frecuencia y que, al parecer, intentó abusar sexualmente de él.
De acuerdo con su confesión, Quirarte León golpeó al menor el lunes por la mañana y le provocó la muerte; luego fue a dejar el cadáver a un canal. Según narra en un video en poder de la Procuraduría de Justicia de Jalisco, ocultó el cuerpo para que no fuera encontrado por alguien o por un animal.
Siempre según su confesión, el martes, alrededor de las cinco de la mañana, decidió llevar el cuerpo a otro sitio: un predio ubicado en Juanacatlán, que él conocía porque, de niño, vivió en un sitio cercano. Allí golpeó de nuevo el cuerpo y lo ocultó, junto con una pala y un montón de bolsas negras en que había envuelto el pañal del bebé.
El procurador de Justicia de Jalisco, Tomás Coronado Olmos, dijo que el presunto asesino era quien se encargaba del cuidado del menor mientras su esposa trabajaba. Jonathan no tenía empleo: había dejado la universidad en varias ocasiones, se fue a Estados Unidos un tiempo y actualmente vivía con el sueldo de su pareja.
Coronado agregó que se sospecha que, el lunes por la mañana, el padrastro intentó abusar sexualmente del bebé, lo que hizo que Leonardo comenzara a llorar. Por eso, se desesperó y comenzó a golpearlo en repetidas ocasiones: “Hay indicios de que hay ese probable delito [abuso] […] ése es uno de los factores por los que comienza a llorar y ya no lo puede callar y lo empieza a golpear, porque estaba llorando después de hacer un acto [sic] con el menor”.
“Saqué al niño de la recámara, lo llevé al cuarto, lo maltraté psicológicamente, físicamente, golpes, lo asustaba, no sé: descargaba mi estrés con él”, dijo Jonathan Quirarte. Según la PGJEJ, también explicó que desde hacía un tiempo, aproximadamente dos meses, había comenzado a desesperarse de tener que cuidarlo y, por eso, lo agredía y lastimaba, e incluso le dejó moretones en varias partes del cuerpo.
La autopsia entregada a las autoridades detalla que el menor sufrió golpes en el cráneo, pecho y parte del estómago, además de una broncoaspiración por comida. También reveló que el menor tenía moretones de lesiones sufridas con antelación.
La madre, Natalia Mendoza Núñez, aseguró a las autoridades que no se había percatado de que había violencia en contra de su hijo. Según dijeron ayer investigadores, revisarán por qué ni la madre ni la abuela, que también vivía en la misma casa, se percataron de los supuestos abusos. A ello se suma que en el kínder Mi pequeño mundo feliz, a donde asistía el bebé, le habían notado huellas físicas asemejadas a golpes, según informaron personas cercanas a la institución.
El fiscal Coronado dijo que la dependencia a su cargo solicitará la pena máxima de 40 años de cárcel en contra del presunto responsable. La fiscalía que lleva el caso ya se encuentra integrando el expediente, además de que no descarta iniciar un proceso de investigación contra la mamá.
Autoridades piden castigo ejemplar
Fernando Guzmán Pérez Peláez
Secretario General de Gobierno de JaliscoEn este caso se aplicará “toda la severidad de la ley”, dijo, y agregó que en Jalisco “trabajamos duro” contra la violencia intrafamiliar. Pero señaló que el problema es de todo el mundo, pues “hay un desprecio a la vida y a la tolerancia y relaciones que son originalmente de amor... terminan en situaciones de violencia y hasta de crimen”.
Carmen Lucía Pérez Camarena
Presidente del Instituto Jalisciense de las Mujeres“Es una noticia súper lamentable, muy triste. Yo lo puedo decir como madre de familia, es indignante que este tipo de situaciones pasen. Yo creo que se tiene que aplicar todo el rigor de la ley y no puede quedar impune […] ¿Qué está pasando como sociedad? ¿Por qué se está dando este fenómeno?”.
Las vueltas de tuercaLUNESDe acuerdo con su confesión, cerca de las 7:10 am, Jonathan, solo en casa con el bebé, lo agrede y lastima hasta dejarlo casi sin vida.
Antes del mediodía, lo lleva a un canal ubicado en la calle Volcán Ixtépetl, en Lomas del Paraíso, en donde lo golpea y lo esconde.
Por la tarde, se presenta a la Procuraduría General de de Justicia del Estado a presentar una denuncia por sustracción de menores, pues quiso hacer creer que el niño le fue robado afuera de una guardería en la colonia Chapalita.
Por la noche comienza a circular en Internet la solicitud de ayuda para encontrar al bebé desaparecido.
MARTESSe inician los interrogatorios de la fiscalía estatal.
Durante la tarde, los investigadores comienzan a identificar contradicciones en la declaración de Jonathan Quirarte.
MIÉRCOLESEn el transcurso de la mañana, agentes investigadores logran obtener del padrastro la primera versión sobre la muerte. Dijo que el menor había fallecido de un golpe en la cabeza porque se le había caído de la cuna y que lo escondió porque no supo cómo decírselo a su esposa.
JUEVESDurante la mañana, el Ministerio Público obtiene una confesión de Jonathan, quien admite que golpeó al niño y luego ocultó el cuerpo.
Al mediodía, guiados por Jonathan, los investigadores encuentran el cuerpo del menor en un cerro en Juanacatlán.
Cerca de las 14:35, el procurador de Justicia, Tomás Coronado Olmos, anuncia de manera oficial la presunta responsabilidad del padrastro, quien enfrentará cargos por homicidio, maltrato de infantes y delitos sexuales.
A las 17:00 horas, la familia de Leonardo lo despide, en un féretro blanco seguido por decenas de personas, tras un velorio.
Agentes investigadores llevan esposado a Jonathan Quirarte, quien los guió ayer hasta el sitio donde, según su confesión, ocultó el cadáver del bebé Leonardo. El lugar está en un cerro de Juanacatlán; él explica, durante una declaración grabada en video, que vivió en las cercanías durante su infancia
